Cómo saber si Google indexó mi página.

¿Te has despertado alguna vez con la duda existencial de si Google indexó mi página? Tranquilo, no eres el único. Todos los que publicamos en Internet hemos pasado por ese momento de incertidumbre, mirando a la nada y preguntándonos si el todopoderoso buscador ha decidido hacernos un hueco en su universo. Porque claro, tener una web sin indexar en Google es como montar una fiesta y olvidarte de invitar a los invitados.

En este artículo no vamos a lanzarte tecnicismos que suenan a ciencia ficción. Te vamos a contar, en cristiano, cómo comprobar si tu web está indexada, cómo hacer que lo esté si no lo está, y cómo evitar los típicos errores que hacen que Google pase de ti como de una tostadora sin pan. Porque sí, la indexación es el primer paso para aparecer en los resultados de búsqueda de Google, y sin eso, tu web es invisible.

Página web indexada en Google

¿Qué significa que una página esté indexada?

Estar indexado es, básicamente, formar parte del archivo mental de Google. Cuando una página de tu sitio está indexada, significa que los crawlers de Google la han visitado, entendido (más o menos) y la han guardado en su base de datos para poder mostrarla en los resultados de búsqueda de Google cuando alguien busque algo relacionado.

Pero ojo, que Google haya rastreado tu web no quiere decir que la haya indexado. Son dos cosas distintas. El rastreo es como cuando un robot curiosea tu web; la indexación es cuando decide que merece estar en su índice. Y que esté indexada tampoco garantiza que vaya a aparecer en los primeros puestos… solo que existe para Google. Que no es poco.

Tener tu web indexada en Google es el punto de partida para que cualquier estrategia SEO tenga sentido. Sin eso, da igual cuántos backlinks consigas o lo mucho que optimices tus URLs amigables.

como saber si mi pagina esta indexada

Cómo saber si tu web está indexada en Google

Vale, vamos al grano. Si no quieres andar a ciegas, lo primero es comprobar si Google indexa realmente tus páginas. Aquí te van las formas más efectivas para hacerlo sin complicarte la vida:

1. El truco de la búsqueda “site:”

Abre la barra de búsqueda de Google y escribe esto:

site:tuweb.com

Sustituyendo “tuweb.com” por tu dominio real. Si ves resultados, enhorabuena: tienes páginas indexadas por Google. Si no aparece nada, o solo una URL fantasma, tienes un problema de indexación de tu sitio.

2. Google Search Console (tu nuevo mejor amigo)

Si aún no has conectado tu web, inicia sesión y hazlo ya. Dentro del panel, ve a Inspección de URLs y pega la dirección que quieres revisar.

Ahí te dirá si esa página de tu sitio está en el índice o si hay problemas de indexación, como una etiqueta noindex, bloqueos en el robots.txt, o directamente un “Google no ha visto esta URL”.

Si la página no está indexada, verás un botón que dice: «Haz clic en solicitar indexación». Úsalo. Es básicamente pedirle a Google que le eche un vistazo a tu página, como quien mete la cabeza en la sala de redacción y grita “¡eh, mirad esto!”.

Alternativas para comprobar la indexación de tu sitio

Además de los métodos clásicos, existen algunas formas menos conocidas —pero igual de útiles— para saber si tu sitio está indexado en Google, si Google indexó mi página. Ideal si no quieres depender solo de Google Search Console (aunque deberías).

1. Herramientas SEO externas

Plataformas como Ahrefs, Semrush o Screaming Frog te muestran qué páginas indexa Google. No necesitas ser técnico: copias tu dominio, esperas unos segundos y ves si hay URLs reconocidas. Eso sí, suelen ser de pago… pero si te tomas en serio tu visibilidad, merecen cada euro.

2. Logs de servidor (para gente con ganas)

Si tienes acceso a los registros de tu hosting, puedes ver si los crawlers de Google han pasado por tus páginas. Si entran y salen sin indexar, puede haber señales de errores de indexación, contenido duplicado o una etiqueta noindex haciendo de barrera.

3. Comprobaciones rápidas y prácticas

  • Busca una frase exacta de tu contenido entre comillas en Google.

  • Usa combinaciones como inurl:, intitle: o cache: para ver cómo Google interpreta tu sitio.

Qué hacer si tu página no está indexada

Si después de tus comprobaciones ves que Google pasa de largo… toca remangarse. Que una página de tu sitio no esté indexada puede deberse a mil razones, pero la mayoría tienen solución.

1. Revisa lo básico para saber si «Google indexó mi página»

  • ¿La URL devuelve un error 404? Pues normal que no indexe.

  • ¿Tiene una etiqueta noindex? Pues claro que no aparece.

  • ¿Está bloqueada en el robots.txt? Google no es adivino.

Corrige esto y luego vuelve a la Google Search Console para haz clic en solicitar indexación.

2. Crea contenido que merezca la pena

Google no está para indexar basura. Si tu página es pobre, copiada o irrelevante, simplemente la ignora. Evita el contenido duplicado y apuesta por respuestas claras, útiles y orientadas al usuario. Ahí es donde empieza a mejorar tu posicionamiento.

3. Mejora la estructura

Tener URLs amigables, un buen enlazado interno y una arquitectura clara ayuda a que los motores de búsqueda entiendan tu web y decidan indexarla.

4. Consigue enlaces

Los backlinks de calidad siguen siendo un empujón brutal. Cuando otra web apunta a tu página, es como decirle a Google: “oye, esto merece estar en tu índice”.

No olvides que comprobar el rendimiento de tu sitio después de aplicar cambios es parte del juego. Y sí, ver cómo poco a poco tus páginas indexan es bastante adictivo.

 

Cómo comprobar el rendimiento de tu sitio en Google

Vale, ya has conseguido que Google te indexe. ¿Y ahora qué? Pues ahora toca ver si esa indexación realmente sirve para algo. Porque estar dentro del índice está bien, pero aparecer bien colocado en las búsquedas… eso ya es otro nivel.

Usa Google Search Console como un pro

Ve a los apartados de Rendimiento y Cobertura:

  • En Rendimiento, puedes ver cuántas veces tu web aparece en los resultados, cuántos clics recibe y qué palabras clave están activando tus páginas.

  • En Cobertura, podrás detectar si alguna página indexada ha tenido problemas nuevos, si hay errores de indexación o si algo ha cambiado sin que te enteres.

Métricas relacionadas que importan

  • Impresiones: indica que estás apareciendo en los resultados de búsqueda de Google.

  • CTR (Click Through Rate): muestra si a la gente le convence hacer clic en tu resultado.

  • Posición media: si es decente, vas por buen camino; si no, toca optimizar.

Consejos extra para que tus páginas indexen bien

1. Publica contenido útil y original

Google premia el contenido que resuelve dudas mejor que el resto. Olvídate del copia-pega. Cada frase tiene que aportar algo.

2. Evita errores básicos

  • No uses etiqueta noindex si quieres que te encuentren.

  • No bloquees a los crawlers con tu archivo robots.txt.

  • No publiques contenido duplicado ni thin content.

3. Consigue enlaces de calidad

Unos pocos backlinks buenos valen más que cien mediocres. Es una señal de confianza para Google.

4. Mantén limpia tu arquitectura

Usa URLs amigables, un sitemap actualizado y una jerarquía clara para facilitar la indexación Google.

5. Actualiza, revisa y repite

Cada cambio cuenta. Revisa con frecuencia si tus páginas indexan, si han desaparecido o si necesitan cariño.

Si has llegado hasta aquí, enhorabuena: ahora sabes más que la mayoría sobre cómo funciona la indexación de tu sitio y por qué Google puede estar pasando de tu web como si fuera un folleto del buzón.

Recuerda: tener una web no sirve de nada si nadie la ve. Y si Google no la indexa, no existe para el mundo. Así de crudo.

Pero la buena noticia es que ahora tienes el conocimiento y las herramientas para hacer que tus páginas aparezcan en los resultados de búsqueda de Google, detectar errores de indexación, esquivar la temida etiqueta noindex y, lo más importante, meterle caña a ese SEO para que tu web no sea otra más del montón.

Así que ya sabes: ponte con ello, revisa tus URLs, dale amor a tu contenido y enséñale a Google por qué debería tenerte fichado. Porque si tu web no está indexada, no es culpa del algoritmo. Es que aún no le has dado motivos para invitarte a la fiesta.

Mientras tú lees esto, tu competencia ya nos llamó. 😉